viernes, 1 de abril de 2011

                                        "Daños de las pilas en el entorno"
En nuestro país se desechan aproximadamente 80 millones de pilas al año, gravísimo si se toma en cuenta que cada una de ellas posee una alta concentración de residuos peligrosos y altamente tóxicos, que contaminan las aguas subterráneas y el suelo, y se introducen en las cadenas alimentarias naturales.
Cuando las pilas se acumulan en los vertederos, pierden la carcasa y se derrama su contenido metálico. Estos metales, infiltrados desde el vertedero, contaminan las aguas subterráneas y el suelo, y se introducen en las cadenas alimentarias naturales, las mismas de las que se nutre el ser humano.
Si las pilas son incineradas, las emanaciones resultantes dan lugar a elementos tóxicos volátiles, contaminando el aire. Esta sustancia (el mercurio) se oxida mezclada con la basura y se libera al ambiente. Este metal, y varios de sus compuestos, son bastante insolubles, por lo que podrían quedar relativamente inmovilizados en tierra o depositados en el fondo de ríos y lagos. Sin embargo, los microorganismos presentes en estos ecosistemas lo pueden transformar en metil-mercurio, de mayor toxicidad y movilidad ambiental.
Calcula que una pila de mercurio puede contaminar 600 mil litros de agua, una alcalina contamina 167 mil litros de agua, mientras una de óxido de plata, 14 mil litros.
Para contaminar los 6.5 millones de litros de agua, correspondientes a una piscina de clavados y la de polo acuático, se necesitarían sólo 11 pilas de botón, de óxido de mercurio, o 40 alcalinas.


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